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O. N. D.

Arte

Lycan, kion

¿El flujo de Therion?

¿El flujo de Therion?

Hoy quiero sumiros en un mar de preguntas. Yo mismo me he enfrentado a ellas al intentar decidir el tema del artículo. Para llegar a responderlas, os tendréis que someter a un examen brutal de conocimientos.

Veamos, empezamos. Empezamos con el detonante. Hace escasos dos días vi el cartel y trailer de la película Aeonflux. En este cartel publicitario se ve a la actriz principal, vestida para su papel. La actriz en cuestión es Charlize Theron. A sus pies, hay un triángulo, con un ojo dentro. Hasta ahí no hay nada que un profano no pueda describir.

Pero resulta que todo ello despierta en mi algunos recuerdos. De eso es de lo que va todo este artículo.

Empecemos por el título. AeonFlux: el flujo del Eón. Flujo de algún tipo de tiempo, de alguna suerte de era. Tampoco parece muy importante. Empecemos a buscar ya. ¿Os suena alguien llamado Aleister Crowley? Es muy extenso explicar quién es. Solo quiero fijarme en su división de las eras en unidades llamadas Eones. Sitúa nuestra era contemporánea en el llamado Eón de Horus. ¿El tema de la película? Rebeldes contra un sistema esclavista. La libertad individual, una de las bases de la doctrina de este super-hombre... o demonio, como podéis verificar en los anteriores enlaces.

Crowley uso muchos seudónimos, entre otros el de “Therion”, del griego bestia... pero, espera, ¿cuál es el apellido de nuestra protagonista? Theron. ¡Que adecuado!

Y aunque el tema de los libros de Dan Brown está un poco obsoleto, me quiero referir a ese simbolito del triángulo y el ojo. El Ojo... ¿de Horus?.Y, ¿No has visto antes algo parecido? Claro, me refiero al Dólar. Lo que probablemente tiene su origen en la historia de las sociedades secretas. Y este enlace, una muestra cercana.

¿Qué tal? ¿Os a divertido el viaje? Supongo que podría seguir. Pero quien está preparado para entender, ya lo hace. Ahora, esperemos que la película esté a la altura.

Cabeza de Ángel, un poema

Cabeza de Ángel, un poema Me siento a meditar, con cabeza de ángel.
Y solo por aburrimiento quemo mi alma.
¿Qué soy entonces?

Cenizas al viento.
Grises. Diminutas.
Ocupando todo el espacio, y bailando,
Mientras todos duermen y sueñan:
Con sus trabajos, con sus casas, con su televisión,...
Paso por tu lado,
te acaricio, te beso,
quizás me apartas de un golpe de mano,
ajeno al regalo que estás recibiendo.

Luego vuelvo al cuerpo.
No desear.
No sentirme solo, porque no quiero compañía.
Y solo escuchar a ese señor que me llama amable.
Un hermano de la corte celeste.
Él me llena de bondad y me hace desear un mundo mejor.

Si quieres venir a verme, ya sabes donde estoy.
Me reconocerás, por que mi mirada es la del Sol,
Y desde mi pecho exhalo el perfume del futuro.

Cortesía de Manuel Linares Martín